Ciudad de México, 24 mar (Prensa Latina) El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó hoy de nuevo dichos del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, contra México sobre narcos y la empresa minera Vulcan.
Esa postura la fijó en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional sobre declaraciones de Blinken ante el Congreso de Estados Unidos, quien asegura que hay zonas donde dominan los narcotraficantes y no el gobierno de México, y condena el tratamiento a la minera estadounidense Vulcan denunciada por el Gobierno por cometer daños ecológicos muy graves.
El mandatario expresó que en Estados Unidos hay una campaña anticipada por las elecciones del año próximo y necesitan de esas cosas, de supuestos debates como el presunto dominio de los narcotraficantes en México, como si se estuviera en la época del expresidente Felipe Calderón.
Sin embargo, al propio Blinken le consta que trabajamos el tema del narcotráfico y el fentanilo con el gobierno de su país de manera coordinada y cuando lo explicaba, lo interrumpió un republicano para insistirle en el supuesto dominio del narcotráfico en México a sabiendas que eso no existe ya en este país.
Recordó que, en contraste, cuando le preguntaron lo mismo a la vocera de la Casa Blanca y además si consideraba recomendable llamar terroristas a los narcotraficantes, respondió que no, pero sucede que la prensa reaccionaria no relata esa parte.
Negó que por el caso Blinken haya una fractura en la relación con el Gobierno de Estados Unidos, aunque hay debates como en el caso de la empresa Vulcan, que destruyó el territorio de Quintana Roo y hasta zonas arqueológicas para sacar piedras y exportarlas a Estados Unidos y proyectó un video al respecto.
El secretario de Estado de Estados Unidos se expresó «muy preocupado» por el trato que reciben las empresas de su país en México, después de que Vulcan Materiales denunciara que militares irrumpieron en sus instalaciones, y López Obrador respondió que los senadores republicanos que defienden a la minera deberían sentir pena y vergüenza por el daño ecológico que ocasionó en el Caribe.
La empresa destruyó grandes zonas de manglares y selvas para llevarse material de construcción a Estados Unidos, pero los senadores republicanos la defienden porque el sistema permite que las empresas apoyen a los partidos y candidatos, que es también el caso de legisladores que defienden a Monsanto porque quiere imponer el consumo de maíz transgénico.
Es exactamente lo que ocurre en el congreso con los que defienden a las asociaciones de fabricantes de armamentos, por eso es muy difícil que se pueda llevar a cabo una reforma en el Poder Legislativo de Estados Unidos para que no se vendan en las tiendas ametralladoras sin control por intereses particulares.
Insistió en que es una campaña antimexicana de claros propósitos electoreros como pasa también con el fentanilo para acusar a México y no hacer allá lo que les corresponde de acabar con el consumo y sus vendedores.